El Vampiro del Panteón de Belén
Los habitantes de la ciudad de Guadalajara, México, están convencidos de que en el cementerio más famoso de la localidad, se encuentra la tumba de un auténtico vampiro, En torno a este sepulcro, gira la inquietante leyenda del Vampiro del Panteón de Belén.
El Panteón de Belén, una joya de la arquitectura
En la ciudad de Guadalajara, México, en el número 684 de la calle Belén, en el Centro Histórico, se encuentra el Cementerio de Santa Paula, mejor conocido como Panteón de Belén. Fue construido en 1848 por el arquitecto Manuel Gomez Ibarra, a solicitud del obispo Diego de Aranda y Carpinteiro, pero fue clausurado en 1896.
El lugar es un auténtico muestrario de la arquitectura funeraria y por su riqueza arquitectónica se encuentra protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Es considerado como Tesoro Arquitectónico Nacional; en él reposan los restos de personajes ilustres que destacaron en la política, las ciencias y las artes. En el recinto se pueden apreciar alrededor de 900 nichos, así como impresionantes mausoleos.
Pero el panteón no solo destaca por su belleza arquitectónica, sino también por la cantidad de leyendas que alberga. Muchas historias hablan acerca de apariciones y espectros, como son la del pequeño Nachito o la del joven doctor. Pero, sin lugar a dudas, la más inquietante, es la historia del Vampiro de Panteón de Belén.
Un misterioso personaje
Se dice que en el siglo XIX, llegó a la ciudad de Guadalajara un misterioso hombre proveniente de Europa, algunos dicen que de Inglaterra y otros que de Hungría. Entre los habitantes de la ciudad hay quienes le conocen como Don Jorge y otros como el Conde Baldor.
Era un hombre muy rico que destacaba por tener extrañas costumbres. Vestía siempre de negro, solamente salía de su casa por las noches, era un hombre solitario que no gustaba de hablar con nadie, a pesar de que siempre era invitado a las fiestas de la alta sociedad no acudía a ninguna. Algo que llamaba la atención era que en sus salidas nocturnas, buscaba siempre la compañía femenina, principalmente de cortesanas.
Estas conductas no tardaron en despertar la curiosidad y el recelo de los habitantes de la ciudad. Al principio, su fortuna despertaba envidias, entre algunas damas motivaba una particular fascinación que solamente acrecentaba la aversión que los caballeros le tenían.
La muerte acecha la ciudad
Poco tiempo después de la llegada del Conde Baldor, comenzaron a aparecer en los alrededores de la ciudad cadáveres de animales completamente desangrados y con dos pequeños orificios en el cuello. En un principio los habitantes pensaron que tal vez podría tratarse de una plaga o tal vez de algún animal salvaje. Pero el pánico creció cuando empezaron a aparecer víctimas humanas.
En su mayoría las víctimas eran cortesanas, aunque también algunas veces aparecieron jóvenes que solían trasnochar. Todos tenían las mismas características, cadáveres sin una sola gota de sangre y con dos pequeños orificios en el cuello. El pánico comenzó a apoderarse de los ciudadanos y la gente se resguardaba en sus hogares al atardecer. Los habitantes de Guadalajara, conocedores de las historias de vampiros provenientes de Europa, inmediatamente supieron que la ciudad estaba siendo asolada por una de esas criaturas de la noche.
La cacería del vampiro
Los hombres de la ciudad se armaron de valor y decidieron salir una noche en busca del vampiro para darle muerte. Tras buscarle por toda la ciudad lo encontraron en las cercanías del Panteón de Belén. Sorprendidos y aterrorizados vieron al Conde Baldor con La boca manchada de sangre de la que sobresalían unos largos y afilados colmillos. El vampiro sostenía en sus brazos el cadáver de una mujer completamente desangrada.
El Conde Baldor trató de huir pero fue apresado por los hombres y uno de ellos, improvisó una estaca con una rama verde que arrancó de un árbol cercano. Clavó el arma en su corazón, dando fin a la vida del peligroso vampiro, que juró vengarse. El vampiro fue sepultado en una profunda fosa en el panteón.
Otra versión dice que los hombres encontraron al vampiro en el panteón succionando la sangre de un hombre. Al verse descubierto, el Conde Baldor huyó a refugiarse en su casa, y no pudieron darle alcance. Al día siguiente, los habitantes de la ciudad, aterrorizados, acudieron al sacerdote de la localidad para pedirle su consejo y ayuda.
Así fue como una comitiva de valientes, encabezada por el clérigo, entraron en la casa del vampiro. Allí, el sacerdote, con ayuda de crucifijos, agua bendita y oraciones consiguió que el vampiro retrocediera aterrorizado, maldiciendo y jurando venganza. Pero al tratar de huir, fue alcanzado por uno de los hombres, que le dio muerte clavándole una estaca en el corazón.
El Conde Baldor fue enterrado en el Panteón de Belén, en una tumba mucho más profunda que la de cualquier difunto. Esto debido a que la gente tenía miedo de que el vampiro intentase salir y cobrar venganza.
La leyenda
Transcurridos unos meses, brotó de la tumba del vampiro un árbol de gran tamaño y profundas raíces que fragmentaron la lápida que sellaba lo restos del Conde Baldor. Los habitantes de la ciudad, asustados por el fenómeno, llegaron a la conclusión de que ese árbol nació de la estaca que el vampiro tenía clavada en su corazón.
Algunos testigos han afirmado que por las noches, si prestas atención al árbol, en su tronco pueden verse los rostros de las víctimas del vampiro. También se dice que si un trozo de su corteza es cortado, del árbol brotará sangre. Para evitar que los curiosos llevaran a cabo este tipo de acciones, el árbol y la tumba se encuentran protegidos por una reja.
Cuenta la leyenda que cuando el árbol sea cortado o sus raíces rompan completamente la lápida, el vampiro resurgirá de su sepulcro para cobrar venganza a los descendientes de aquellos que le mataron. Podrá seguir sembrando el miedo entre los habitantes de la ciudad y alimentándose de su sangre. Y tú, ¿qué opinas de esta leyenda? ¿Podrá algún día el vampiro del Panteón de Belén salir de su tumba y vengarse? Déjame tu opinión en los comentarios.