El joven Arnold Paole
Arnold Paole fue un joven simpático, bondadoso y alegre que vivió entre finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII en el distrito de Medvedja, Serbia, que en aquella época formaba parte del imperio austriaco. Las cosas le iban bien, era un joven militar con el sustento asegurado y, además, estaba prometido con una linda muchacha. Poco antes de su boda, el ejército serbio otomano lo reclutó en sus filas para ir al combate.
Tras pasar unos años en las trincheras y ya retirado del ejército regresó a su localidad en 1725, se estableció como granjero y contrajo nupcias. Sin embargo, él ya no era el mismo, había cambiado muchísimo, sus vecinos le notaban melancólico y taciturno. Ya no era aquel hombre intrépido y valiente, sino alguien temeroso al que a veces hasta una sombra lo sobresaltaba.
Sus vecinos y su prometida estaban muy preocupados ante este cambio radical. Algunos creían que estaba enfermo, otros pensaban que esa actitud se debía a haber vivido los horrores de la guerra, sin embargo, el motivo de aquel cambio era otro, uno de carácter sobrenatural. Con esfuerzo, los más allegados de Arnold Paole consiguieron que les explicara la razón de aquel cambio en su carácter.
Un vampiro entre trincheras
Ocurrió cuando Arnold Paole estaba luchando en la guerra, el escenario era terrible, muerte y destrucción por todas partes. Ninguno de los combatientes sabía si volvería con vida a casa, sin embargo, la esperanza de salir victoriosos siempre estaba allí.
Una noche, estando su regimiento estaba en la región de Gossowa, mientras los soldados descansaban, un misterioso ser se infiltró entre ellos. Amparado por la oscuridad asesinó a alguno, pero no tuvo tanta suerte, ya que unos cuantos se despertaron y descubrieron que estaban ante un vampiro.
La criatura huyo hacia su tumba buscando refugio y fue perseguido por unos cuantos soldados, entre ellos, Arnold. El grupo de hombres consiguió encontrar la sepultura y se dispusieron a terminar con el nosferatu. En cuanto lo desenterraron, aquel ser atacó a Paole, pero gracias a sus compañeros, no consiguió causarle gran daño.
El vampiro fue asesinado con una estaca en el corazón y decapitado, pero como Arnold Paole había sido atacado por él, debía llevar a cabo un ritual si no deseaba convertirse en una criatura de la noche. Fue así como el soldado tuvo que mezclar un poco de la tierra del sepulcro de la criatura con la sangre que manaba del cadáver y después ingerirla.
Arnold Paole fallece
La historia de Arnold conmocionó a todos aquellos que la escucharon, aunque hubo quienes creyeron que se trataba simplemente de delirios provocados por los traumas de la guerra. Sin embargo, aproximadamente una semana después de haber relatado su experiencia, el soldado comenzó a sentir que una extraña sombra le perseguía a todas partes. Se sentía vigilado, acechado y se temía lo peor.
Pese a los temores y zozobras que le aquejaban, él continuaba con su trabajo diario en la granja. Todo marchaba relativamente normal, hasta que un buen día de 1726, mientras Paole cargaba su carro con heno, un desafortunado incidente acabó con su vida. Aquel carro se había vencido y todo su cayó sobre el cuerpo del desafortunado granjero que falleció al instante.
Un vampiro siembra el terror en Medvedja
Con tristeza, los allegados de Arnold Paole celebraron su funeral y le sepultaron en el cementerio de la localidad. Unos días después, algunas personas del pueblo aseguraban haberle visto deambulando por las calles a media noche. Casi nadie le dio importancia al episodio, ya que pensaban que podrían ser alucinaciones o fantasías generadas por la sugestión causada a raíz de la historia del soldado.
Aproximadamente tres semanas después de que Paole falleciera, algunos habitantes del lugar comenzaron a enfermar. Los enfermos se iban debilitando cada día más hasta que fallecían. Las gentes del lugar empezaron a pensar que estaban siendo víctimas de un vampiro.
El pánico se extendió de tal manera que en cuanto empezaba a anochecer, con gran velocidad los campesinos guardaban sus animales, las madres llevaban a sus pequeños a casa y una vez dentro del hogar todos los miembros de la familia, las puertas y ventanas se cerraban a cal y canto.
Fue tal el terror que se extendió por la localidad, que la noticia de que un vampiro rondaba por la zona de Medvedja llegó en poco tiempo hasta la corte del emperador Carlos VI. Ante la sospecha de que algo extraño ocurría y el revuelo que se estaba generando, el monarca decidió enviar al lugar a una comitiva de médicos militares encabezada por Johannes Flückinger para que investigaban que estaba ocurriendo.
La caza del vampiro
La comitiva de médicos militares se dirigió a toda velocidad a Medvedja y en cuanto llegaron se pusieron a investigar. Las pesquisas les hicieron comprobar que la sospecha de que un vampiro rondaba por la localidad estaba completamente fundamentada.
Sin dilación, acudieron acompañados por un grupo de aldeanos al cementerio de la localidad para comprobar si en efecto, Arnold Paole se había transformado en un ser de la noche. Grande fue su sorpresa cuando al abrir la tumba encontraron un cuerpo incorrupto con la barba crecida. Las uñas habían crecido y el sudario estaba manchado de sangre. La piel del difunto lucía blanquecina, pero tersa y su aspecto era más el de alguien que duerme que el de un difunto.
Sin pensarlo dos veces, clavaron una estaca en el corazón de Arnold Paole, que en ese momento emitió un gruñido espeluznante. Posteriormente le cortaron la cabeza e incineraron el cadáver. Este proceso lo repitieron con todos los que fallecieron a causa del vampiro.
Jonannes Flückinger redactó un extenso informe en el que deja constancia y asegura la veracidad de estos terribles acontecimientos. El caso de Arnold Paole, junto al de Peter Plogojowitz se consideran los casos de vampirismo mejor documentados y más estudiados de aquella región que, si hacemos caso a los textos antiguos, fue asolada por las criaturas de la noche.
¿Vosotros qué pensáis? ¿Verdad, mentira o sólo fruto del imaginario colectivo? Dejadme vuestras opiniones en los comentarios que me encantará leerlas. Un abrazo a todos.