Acerca de Prisciliano
Nada se sabe acerca de sus orígenes, sin embargo, se cree que nació hacia el año 340 en el seno de una familia senatorial en Gallaecia (Galicia). La crónica de Sulpicio Severo menciona que “era de familia noble, rico, de recio carácter, inquieto, elocuente, erudito, muy resuelto para la oratoria y hombre de éxito, si no hubiera corrompido su buen talento con erróneas aficiones (…)”. Algunos historiadores piensan que también pudo ser de origen bético, lusitano u oriental.
En torno al año 370 viaja a Burdeos donde se convierte en discípulo de Delfidio. Ahí conoce el cristianismo primitivo que contenía tintes judáicos, maniqueos y orientales. Posteriormente, funda junto a su mentor y Eucrocia, la esposa de este, una comuna asceta. Según algunos historiadores sostuvo una relación con Prócula, hija de sus mentores, aunque San Jerónimo sostiene que su pareja oficial era una mujer llamada Gala.
Fue nombrado Obispo de Ávila y en torno al año 379 se dedicó a predicar sus ideas, atrayendo a muchas personas de todos los estratos sociales. Se desconoce la fecha en la que llega a Gallaecia, donde sus doctrinas adquieren gran aceptación y arraigo y consiguen llegar hasta Portugal. Incluso, hay quienes creen que dicha ideología ha sobrevivido hasta nuestros días en algunos sectores de la sociedad de manera oculta.
El priscilianismo
Se conoce como priscilianismo a la doctrina fundada por Prisciliano. Muchos de sus preceptos han llegado a conocerse gracias a un códice encontrado en la biblioteca de Würzburg, en 1885. Entre otras cosas puede leerse en este documento que Prisciliano denunciaba la corrupción de los líderes de la Iglesia, más entregados al vicio que al servicio.
Prisciliano creía en el cabalismo numérico y afirmaba que Jesús no sufrió en su condición humana, teoría defendida por muchos historiadores. Él creía firmemente que el cuerpo humano y el de algunos animales podía dividirse en doce partes que se correspondían con el zodiaco. La doctrina priscilianista engloba preceptos del gnosticismo, del encratismo del magicismo galáico y algunas prácticas mágicas y astrológicas.
Afirma Menéndez Pelayo que Prisciliano ejercía artes mágicas desde su juventud y pudo conocer las prácticas célticas, druídicas y orientales, que integraría en su doctrina. Las reuniones de Prisciliano y sus seguidores se efectuaban de noche en bosques, cuevas o villae alejadas de las ciudades.
En la doctrina priscilianista se llevaba a cabo la meditación y las mujeres participaban del culto. A los clérigos les estaba permitido el matrimonio aunque se aconsejaba la castidad. Prisciliano creía que los textos bíblicos, incluidos los apócrifos, debían leerse e interpretarse de manera personal, planteando el principio del libre examen. Además condenaba rotundamente la esclavitud y rendía culto a la naturaleza.
Prisciliano sustituyó la consagración oficial de pan y vino por uvas y leche e incorporó el baile como parte fundamental de sus rituales. Abogaba porque la Iglesia volviera a unirse a los pobres y condenaba la vinculación de esta con el Estado.
Conjura contra Prisciliano
En el Concilio de Caesaraugusta celebrado en el año 380, se acusa a Prisciliano y sus seguidores de llevar a cabo prácticas indeseables. Posteriormente, en el año 383, Máximo usurpa el obispado de Ávila que pertenecía a Prisciliano. El predicador es apresado y en el Concilio de Burdeos se le condena por herejía y prácticas negativas.
En torno a Prisciliano se teje una conjura motivada por intereses político-religiosos. Las ideas priscilianistas iban en aumento, lo cual no convenía ni a la Iglesia ni al Estado. La finalidad de la Iglesia era erradicar la doctrina priscilianista y la del Estado apropiarse de los bienes de los priscilianistas más opulentos.
De nada sirvió que personajes influyentes como Ambrosio, obispo de Milán, Martín de Tours o el Papa Damaso abogaran por Prisciliano. Así, él y algunos de sus seguidores fueron condenados y decapitados en Tréveris en la primavera del año 385.
Persecución de los priscilianistas
San Agustín fue uno de los principales detractores de la doctrina priscilianista, catalogando a sus practicantes como “mentirosos herejes” que “hacen de la mentira un dogma”. Además aseguraba que el priscilianismo era una “cloaca” a la que han ido a parar todas las herejías. Al ser ejecutado Prisciliano, su doctrina cobró mayor fuerza ya que sus seguidores lo consideraban un mártir.
Roma intentó por todos los medios erradicar la doctrina priscilianista y así comenzó una cacería contra todos sus practicantes. La persecución motivó que los priscilianistas se ocultasen y llevasen a cabo sus prácticas en el más absoluto secreto. Se cree que el priscilianismo comenzó a perder fuerza a partir del siglo VII.
¿Santiago o Prisciliano?
Sulpicio Severo menciona en su crónica que el cadáver de Prisciliano fue rescatado de Tréveris por sus seguidores. Según la tradición, sus restos fueron trasladados a Gallaecia y sepultados en un lugar indeterminado.
Actualmente, muchos investigadores y eruditos sostienen la hipótesis de que quien está realmente enterrado en la urna de la Catedral de Compostela es Prisciliano. Entre estos se encuentran Miguel de Unamuno, Américo Castro, Sánchez Albornoz, Henry Chadwick, Fernando Sánchez Dragó y Ramón Chao.
Uno de los argumentos que sustenta esta hipótesis destaca la particularidad de que en las crónicas ástures no haya referencia al descubrimiento de la tumba del Apóstol.
Se sabe a ciencia cierta que Santiago el Mayor fue decapitado por Heródes en Jerusalén en el año 42 y enterrado en Palestina. El traslado a Galicia y posterior descubrimiento del cadáver está envuelto en la bruma de la leyenda.
Sería muy fácil datar los restos que descansan en la catedral de Compostela utilizando la prueba de carbono 14. Sin embargo, la Iglesia se opone a dicha prueba y amenaza con la excomunión a quien ose abrir la urna con los restos.
Por otro lado, en unas excavaciones realizadas en la catedral, se encontraron los restos de antiguos enterramientos. Varios estudiosos consideran que cabe la posibilidad de que algunos de los restos encontrados puedan pertenecer a Prisciliano y sus seguidores.
¿Será Prisciliano el que se encuentra enterrado en la urna en la Catedral? ¿Podrán ser Prisciliano y sus seguidores los que se encuentran en los restos hallados bajo la catedral? ¿Tú qué opinas?