La ciudad de Rockwall, en Texas, Estados Unidos esconde bajo sus cimientos una impresionante estructura compuesta por muros de piedra que albergan pasillos, estancias y rampas. En la localidad se han realizado varias excavaciones que han mostrado lo que parece ser una ciudad subterránea con una extensión de 20 kilómetros cuadrados. Varios investigadores consideran que la estructura puede tener una antigüedad de más de 20,000 años.
Los primeros colonos
Las primeras familias que llegaron a lo que actualmente es la ciudad de Rockwall fueron los Wade, los Boydston y los Stevenson en el año 1850. Tras instalarse en el asentamiento, se percataron que unas extrañas formaciones rocosas sobresalían del suelo, sin embargo, no le dieron importancia al hallazgo. Pero fue en 1852, mientras los Wade comenzaban la construcción de su casa en el este del río Trinity, cuando se efectuaría un importante descubrimiento. El señor Wade al cavar, un pozo para la vivienda, se topó con una pared de roca que se extendía varios metros bajo la superficie.
Las tres familias sostenían una pugna por bautizar a la localidad con sus respectivos apellidos. Pero, tras el descubrimiento del muro, el 17 de abril de 1854, decidieron unánimemente nombrar Rockwall a la ciudad, que literalmente significa muro de roca.
Mary Pattie (Wade) Gibson, es sobrina del jefe de la familia Wade y fundadora de la Fundación Histórica del Condado de Rockwall. Ella afirma que su abuelo junto con otros hombres llevaron a cabo más excavaciones en la localidad. Gracias a estos trabajos pudieron descubrirse una serie de estancias y pasillos por los que era posible transitar.
Algunos hallazgos
Tras años de excavaciones y varios hallazgos en la zona, el 28 de mayo de 1886, el periódico local, Rockwall Success, publicó la siguiente nota:
“La mayor sorpresa para recordar esta semana es el descubrimiento de un cráneo humano fosilizado. El sábado, Ben Burton desenterró con su arado lo que parece ser un cráneo gigante. Los ojos eran tan grandes como un recipiente de dos litros. El descubrimiento muestra que esta región fue una vez habitada por una raza de personas que serían realmente asombrosas hoy en día. El Doctor Wiggins estima que el cráneo de un antediluviano gigante puede valer por lo menos 1,000 libras esterlinas. Cualquier persona que quiera ver el cráneo puede comunicarse con el Señor Burton, que lo pone a disposición de cualquier inspección”.
Pocos días después, más concretamente el 4 de junio de 1886, el mismo diario publicaba esta pequeña nota:
“Las maravillas nunca cesan. Apenas se supo del descubrimiento del cráneo gigante del Señor Burton, una gran multitud se ha movilizado hacia la propiedad del Señor Grier para escuchar el sonido metálico contra el fondo de un pozo excavado en sus tierras. Después de quitar la tierra, la excavación descubrió una habitación enorme, con el techo sostenido por columnas de mármol negro, cuyos lados brillaban a la luz de la lámpara de aceite”.
Más hallazgos en Rockwall
Tras posteriores excavaciones, en el año 1922, los habitantes de Rockwall descubrieron que la pared de piedra se extendía hacia abajo por más de doce metros. Posteriormente, en 1949, un hombre de Forth Worth de apellido Sanders realizó una excavación en las proximidades del muro principal. El trabajo dio como resultado el hallazgo de cuatro grandes piedras con un peso aproximado de dos toneladas cada una. Estas rocas tienen grabadas unas extrañas inscripciones que aún no han podido ser descifradas.
Otro descubrimiento importante fue el llevado a cabo por Frank X. Tolbert, mientras cavaba en su granja el 5 de noviembre de 1967. Lo que encontró fue el lateral de un muro de mampostería en el que parecía sobresalir un arco sobre lo que podría ser una puerta o ventana.
Años después, a principios de la década de los 70, en uno de los muros, clavados a la roca, aparecieron dos anillos con un diámetro de 15 y 30 centímetros respectivamente. Tras ser analizados, se descubrió que estos estaban fabricados de una aleación de estaño, titanio y hierro.
Se pierde en interés en Rockwall
En la actualidad, ya no se efectúan trabajos de excavación e investigación en la localidad. Muchos geólogos y arqueólogos sostienen que la formación en el subsuelo de la ciudad de Rockwall se debe a causas naturales. Sin embargo, los lugareños y algunos investigadores están plenamente convencidos que aquellos muros, estancias y pasillos son los restos de una antigua ciudad subterránea.
Los hallazgos y las notas de los diarios apuntan a que efectivamente estamos ante la presencia de una antigua ciudad subterránea. Pero aún quedan muchas dudas por resolver. ¿Porqué ya no se sigue excavando ni investigando? ¿Quiénes construyeron esa ciudad subterránea y porqué? ¿Qué ocurrió en el cráneo gigante que se encontró? ¿Será posible que estemos ante los restos de una sociedad antediluviana? ¿Podrá ser esta creación obra de los nefilim? ¿Por qué a los investigadores parece no interesarles este lugar? ¿Qué más se esconde bajo el suelo de Rockwall? Esperemos que algún día podamos conocer más acerca de esta ciudad subterránea.