En una iglesia en Langley existe una vidriera en la que un historiador dejó las claves para descubrir la ubicación el Arca de la Alianza.
El pergamino de Chinon
En el año 2001, la investigadora italiana Barbara Frale encuentra en los archivos del Vaticano un documento conocido como el Pergamino de Chinon. Redactado en 1308, en él se detallan las verdaderas actividades que realizaban los Caballeros de la Orden del Temple.
En 1307, por órdenes del papa Clemente V y del rey Felipe el Hermoso, comienzan las detenciones de los caballeros templarios. Se les acusaba de idolatría, blasfemia, herejía y de adorar a una cabeza llamada Baphomet. Bajo estas acusaciones los miembros de la orden fueron encarcelados y muchos de ellos llevados a la hoguera.
El informe especificaba también, que los templarios eran poseedores de un gran número de propiedades y un tesoro obtenido en Jerusalén, en las cruzadas. Tras el encarcelamiento de los caballeros, la iglesia se hizo con una vasta cantidad de terrenos, pero del tesoro nunca se supo nada.
Reliquias Sagradas y el Arca de la Alianza
Muchos autores defienden la hipótesis de que un reducido grupo de templarios, fiel a la causa, consiguió huir de las persecuciones. En su huida se llevaron consigo el tesoro para ocultarlo en algún lugar donde la influencia papal no pesase tanto. Henry Lincoln, junto a otros investigadores, sostienen la posibilidad de que el tesoro fue a parar en algún sitio de Gran Bretaña. Allí, el poder eclesiástico no era tan fuerte como en Francia, donde estaba el núcleo principal de los templarios.
Se habla de que en ese tesoro había reliquias sagradas, entre las cuales estaba la mítica Arca de la Alianza. Este objeto sagrado está descrito en la Biblia como un cofre recubierto de oro en el que se guardan las tablas de la ley en las que se encontraban grabados los diez mandamientos. En la tapa hay dos estatuillas que representan a los Arcángeles Miguel y Gabriel. En la tradición hebrea, estos Arcángeles estaban representados por las estrellas Benetnash y Mizar, que están en la cola de la constelación de la osa mayor.
Según la tradición el Arca fue custodiada por el pueblo de Judá, hasta que fueron invadidos por los babilonios en el año 587 a. C., quienes saquearon el templo de Jerusalén, y desde ese momento, se pierde el rastro de la reliquia.
Mensajes Secretos en una vidriera
Los templarios fueron apresados en 1307, pero seiscientos años más tarde, Jacob-Cove-Jones, un excéntrico historiador británico, sostenía la hipótesis de que sobrevivieron y volvieron a Inglaterra. Allí, cerca de Stratford-upon-Avon, se encuentra la pequeña localidad de Temple Herdewyke, llamada así porque en el pasado fue ocupada por los templarios. En este pueblo, la orden había construido una pequeña capilla.
Según Jacob, el grupo de templarios que consiguió huir regresó a este pueblo, donde ocultaron el valioso tesoro. Aquí sobrevivieron hasta 1350, año en el que los últimos murieron por causa de una epidemia de peste negra, llevándose el secreto de la ubicación a la tumba.
Jacob Cove-Jones, quien vivía en la zona, llegó a la conclusión de que aquello que los templarios ocultaron en esa localidad fue el Arca de Alianza. Él aseguraba que descubrió su escondite y relató a otros investigadores sus hallazgos, pero no le creyeron y solo recibió burlas por parte de sus contemporáneos. Jacob, dolido por las mofas, planeaba realizar las excavaciones por su cuenta, pero nunca llegó a hacerlo, puesto que en 1906 contrajo tuberculosis. Él decidió llevarse su secreto a la tumba, pero dejar claves para quien supiera interpretarlas.
A sabiendas de que le quedaba poco tiempo de vida, este excéntrico historiador diseñó una vidriera de colores. Encargó que fuese realizada y colocada en una nueva iglesia que se estaba construyendo cerca de su casa, en la localidad de Langley. En su lecho de muerte anunció que la vidriera contenía una serie de pistas que llevaban al lugar donde estaba oculta el Arca de la Alianza.
La Vidriera
Jacob muere en 1906, en ese mismo año se terminó la Iglesia y la vidriera fue colocada en uno de los muros laterales. Es denominada como la Vidriera de la Epifanía. En ella están representados los tres Reyes Magos adorando al Niño Jesús en la Epifanía, la duodécima noche de las Navidades, es decir, del 5 al 6 de enero.
El Evangelio de Mateo narra como los tres Magos de Oriente siguieron a una estrella milagrosa que los llevó a Belén. Según la tradición cristiana, los Reyes encontraron a Jesús al escuchar el canto de un gallo a medianoche en lo alto de la estructura donde dormía Cristo. La escena de la vidriera, muestra a los magos ofreciendo sus regalos de oro, incienso y mirra y adorando al niño que la Virgen sostiene en brazos, mientras sobre ellos canta el gallo y luce una estrella.
En la vidriera no aparece el arca, pero a la derecha de la estrella se muestran las letras B y M, iniciales de las estrellas Benetnash y Mizar. Entre estas letras se observa a un ave fénix renaciendo entre las llamas. La vidriera tiene muchos más símbolos que quien sepa leerlos podrá encontrar la ubicación del Arca de la Alianza. Cientos de investigadores han tratado de descifrar este mensaje encriptado, pero hasta el momento, nadie ha conseguido dar con el paradero de la mítica reliquia.